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Siendo una mezcla de estilos de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, el diseño interior escandinavo da como resultado espacios llenos de luz, que utilizan fundamentalmente elementos naturales, paletas de colores neutros y líneas limpias.
El estilo escandinavo se caracteriza por tres componentes clave: funcionalidad, simplicidad y belleza.
A pesar de ser simples en diseño, las líneas limpias se incorporan con una elegancia discreta y una funcionalidad cálida, lo que crea una sensación muy hogareña.
El medio ambiente en los países nórdicos fue en gran parte responsable del diseño que evolucionó.
Los inviernos eran largos, lo que significaba que había poca luz del día, y la gente a menudo tenía casas muy pequeñas.
Esto provocaba la necesidad de conseguir, mediante la decoración, casas luminosas y amplias, pero acogedoras.
PALETA DE COLORES
La paleta de colores suele ser muy ligera y sencilla. El blanco se usa a menudo como el color principal, pero no hace que la habitación se vea vacía porque los materiales naturales, como la madera, aportan calidez y textura.
El blanco también es una gran pizarra en blanco para introducir cualquier combinación de colores, desde pasteles suaves a detalles en negro.
Los blancos frescos funcionan bien en las habitaciones orientadas al sur, ya que reciben lo mejor de la cálida luz del día de verano.
Los blancos más cálidos, por otro lado, funcionan bien para calentar las habitaciones que dan al norte, ya que reciben niveles más bajos de luz más fresca y natural.
Los grises también se pueden usar para crear un interior hermoso y sereno.
El negro también se usa regularmente, lo que ayuda a anclar la sala y definir y resaltar las características de la elección.
Mientras que los escandinavos son conocidos por sus interiores limpios y blancos, los tonos oscuros se introducen regularmente y se equilibran con accesorios claros y oscuros.
ESPACIO
El estilo de diseño pone un gran énfasis en el uso eficiente del espacio, aprovechando al máximo los puntos incómodos.
Funciona bien con espacios pequeños debido a la simplicidad inherente del estilo nórdico, con el blanco como color predominante y evitando accesorios innecesarios.
Con el uso de materiales naturales y alfombras, los interiores escandinavos evitan parecer estériles.
Se concede gran importancia a que los muebles sean «espacios para respirar». Se usan regularmente piezas únicas.
El estilo escandinavo tiene un fuerte enfoque en la habitabilidad y en dejar todo a la vista. Verás estanterías abiertas en muchas casas de este estilo.