El gotelé es una técnica de pintura propia de los años 60. Su rugosidad, aparte de acumular suciedad, nos recuerda a la imagen de las casas antiguas con pasillos interminables llenos de fotos. Este estilo más bien barroco ha dejado paso a nuevas tendencias que implican alisar las paredes. Hoy, desde Serveis Guinardo, queremos mostrarte las ventajas de quitar el gotelé para dar paso a una pared mucho más limpia.
Historia del gotelé en España
En los años 60 nuestro país vivió un éxodo masivo de las zonas rurales hacia las ciudades. Esta circunstancia supuso el incremento del mercado inmobiliario español hasta de un 40%. Esta fue la época del Plan de Estabilización franquista de 1958, en el que la mayoría de las casas fueron construidas de manera muy rápida y con estilo colmena. En estos hogares fue donde apareció un elemento decorativo llamado gotelé del que muchos se arrepienten hoy día.
Esta es una técnica de pintura al temple con acabado en forma de grano que ayudaba a disimular las imperfecciones de las paredes de las casas construidas de manera tan rápida. Es decir, si la pared no era recta o tenía algún desnivel, el gotelé servía para hacerlo pasar desapercibido. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta técnica ha empezado a quedar obsoleta. De tal manera que, cuando alguien se plantea alquilar, comprar o reformar un piso su pregunta sistemática es “¿tiene gotelé?” Si la respuesta es negativa suele considerarse como una característica que resta valor a la propiedad inmobiliaria. Por lo tanto, alisar las paredes puede llegar a suponer un aumento en el valor del piso.
Por qué alisar las paredes y quitar el gotelé
¿Merece la pena quitar el gotelé? Esta es una de las principales dudas que surgen en los inquilinos o propietarios de una casa a la hora de reformarla. La respuesta es sí. A pesar de que pueda parecer un trabajo tedioso, el resultado es de lo más satisfactorio. El gotelé es una técnica decorativa que oculta la belleza original de la pared. Pero no solo eso, sino que además cambia de manera sustancial la percepción del espacio.
La rugosidad del gotelé hace que las habitaciones sean mucho más toscas. Una pared lisa acumula menos suciedad y es más fácil de limpiar. Al mismo tiempo, alisar las paredes supone ganancia de sensación de amplitud y captación de mayor cantidad de luz natural. Pero, en este sentido, ¿qué es mejor quitar o tapar el gotelé? Lo cierto es que lo más recomendable es quitarlo, ya que cuando lo tapas hay una alta probabilidad de que la capa de aguaplast quede hueca.
Por qué ha pasado de moda el gotelé
Desde hace unos años, quitar el gotelé es uno de los trabajos más demandados en la reforma de pisos y casas. El motivo no es otro que el atractivo que suponen las paredes lisas. Sobre ellas, el color es mucho más homogéneo porque no aparecen las luces y sombras que se producen sobre el gotelé. Por otra parte, las reparaciones que se producen en las paredes con gotelé son mucho más evidentes. Un agujero en una pared lisa es mucho más sencillo de ocultar con masilla y pintura. En una pared con gotelé la zona reparada contrastará bastante más con el resto de la superficie.
Asimismo, en el caso de utilizar varios colores para una misma habitación, los cortes entre las diferentes tonalidades son mucho más limpios sobre una pared lisa que sobre otra con gotelé. Por último, en las paredes lisas es mucho más fácil aplicar vinilos y papel decorativo. Algo imposible de realizar sobre una pared con gotelé debido a su rugosidad y relieve. ¡Ah! No se nos puede olvidar que las paredes lisas guardan mejor los muebles de posibles arañazos.
Ventajas de las paredes lisas
Las paredes lisas te ofrecen más alternativas decorativas que una pared con gotelé. Su superficie libre de relieve es óptima para decorar tus habitaciones como más te guste (papel pintado, vinilos, paredes multicolores, etc). Por otro lado, las paredes lisas son mucho más higiénicas, no solo porque acumulan menos suciedad, sino también porque son más fáciles de limpiar. Basta con pasar un plumero para quitar el polvo y, a continuación, un trapo o esponja húmeda con agua tibia y jabón. Como has podido ya pensar, las paredes lisas son muy útiles en las habitaciones infantiles, porque cualquier rayón o garabato se puede eliminar de manera sencilla.
Consejos para alisar tus paredes
Las modas son cíclicas. Hoy día, el gotelé no se lleva, pero es cierto que es una tendencia que puede volver. Lo mismo ha pasado con el papel pintado. No obstante, si tienes claro que esta técnica no te gusta, esté de moda o no, siempre puedes optar por alisar las paredes con estos consejos. Para empezar lo que te recomendamos siempre es que cuentes con verdaderos profesionales como los que tenemos. Este es un trabajo delicado que de hacerlo tú mismo podría suponer un resultado nada deseado. Si no quieres arriesgarte a estropear la pared y a tener que gastar más dinero del previsto, contacta con nosotros.
Nuestra empresa se encargará de retirar el gotelé y alisar la pared de manera eficaz. Además, es importante saber que existen dos tipos de gotelé y, por lo tanto, dos métodos para retirarlo. Uno de ellos es el gotelé al temple, que basta con rasparlo para deshacernos de él. Y el otro es el gotelé plástico, el cual es más complicado de eliminar, ya que vamos a necesitar de un decapante que actúe sobre la pintura con el fin de ablandarlo.
Quitar el gotelé al temple
La manera más sencilla de acabar con el gotelé al temple es humedeciendo la pared con agua mediante un pulverizador, con el fin de que sea más fácil su retirada.
- El truco consiste en humedecer la pared por zonas para que su tono se oscurezca un poco en lugar de empaparla entera.
- A continuación, usaremos una espátula para rascar la pared de abajo hacia arriba.
- Una vez que lo hayamos retirado todo, procederemos a tapar con masilla las zonas defectuosas o grietas que hayan quedado.
- Seguidamente, lijaremos toda la pared para garantizar que la pared no presenta irregularidades.
- Finalmente, limpiaremos bien la pared de polvo para poder aplicar una capa de imprimación que selle la superficie y nos permita aplicar posteriormente la pintura elegida.
Quitar el gotelé plástico
Con el gotelé plástico el proceso es un poco más engorroso. Como hemos dicho anteriormente esta clase de gotelé requiere de la aplicación de un decapante que lo ablande, ya que el agua no tiene el suficiente poder para hacerlo. Nos hemos encontrado muchas veces que la persona que se ha lanzado a quitar el gotelé plástico de su casa no ha sabido escoger ni aplicar el decapante adecuado, ya que muchas pinturas plásticas son bastante resistentes.
El resultado ha sido una pared estropeada que ha tenido que ser cubierta con un cubregotelé especial. Este producto tiene un rendimiento de un kilo por metro cuadrado, por lo que es imprescindible calcular bien la cantidad de pasta a preparar. Después hay que aplicarla con un rodillo de tal manera que se cree un espesor de unos mm sobre el gotelé más fino. En el caso del gotelé más grueso será necesario aplicar más capas. Pasados unos 15 minutos hay que alisar la pared de manera cuidadosa con una espátula, siempre desde arriba y hacia abajo. Tras el tiempo de secado recomendado, ya podremos pintar la pared con el color de pintura escogido.
Otras alternativas para deshacerte del gotelé
Hay personas con problemas respiratorios que ni quieren ni deben tener gotelé en su casa. De igual modo, tratan de evitar la generación de polvo y residuos que provocan esta clase de trabajos. Por este motivo, optan por alternativas como la de tapar la pared con placas de cartón-yeso. La desventaja de esta opción es que estarás restando espacio a la habitación.
Si quieres alisar las paredes de tu casa y aportar modernidad y versatilidad a su superficie, no le des más vueltas. Confía en la experiencia y profesionalidad de empresas como la nuestra. No solo te ahorrarás dinero, sino que además te evitarás muchos quebraderos de cabeza. Las paredes lisas te permitirán sacar un mayor partido a la decoración de tu vivienda. La eliminación del gotelé aumentará su valor frente a posibles inquilinos alérgicos o amantes de las paredes lisas y modernas. Pero, ¿Cuánto cuesta quitar el gotelé?
Como sucede en toda clase de trabajos de reforma, su precio dependerá directamente de la calidad de los materiales utilizados, así como del total de la superficie de gotelé a retirar. A grandes rasgos podemos afirmar que alisar una pared puede costar entre 500 € y 1.200 €. Si quieres lograr el mejor precio, lo mejor es comparar entre varios presupuestos antes de decidirte por uno. Solo así podrás sacar una media de lo que cuesta quitar el gotelé hoy día. Entra en nuestra calculadora de presupuestos online y sal de dudas. O ponte en contacto con nosotros para que te elaboremos sin compromiso y presupuesto totalmente personalizado.